sábado, 11 de junio de 2011

recuperación final (esto ya no tiene solución)

Ana lloró porque se quedó bloqueada (luego ha hecho un pedazo de examen). Anita (por lo chiquitilla) no lloró porque no había estudiado nada. Carmen se enfadó diciendo que no habíamos visto la descolonización en África: en el fondo estaba enfadada consigo misma porque ella no había estudiado ni la descolonización de África ni la de Asia. Andrés me mando un toque al móvil para vacilarme. David se encomendó a la Virgen de no sé qué, no sé para qué si no estudia nada. Isabel... yo la entiendo pero ha suspendido la 3º evaluación. Sospecho de Arturo y Marko, pero no les vi copiando. Y Aroa me va a llorar cuando me vea.
¡SEÑOR, LLÉVATELOS PRONTO!
(en mi blog he colgado la excursión de Madrid)

viernes, 3 de junio de 2011

Viaje a Córdoba.

Además del viaje a Madrid, el martes 31 estuve en Córdoba (que por cierto, es precioso) viendo la mezquita y demás monumentos. Pero como lo que le gusta a Agustín son los cuidadanos de a pie y las cosas que ve la gente en su día cotidiana, comento este grandioso graffiti que vi en una de las calles del centro de la ciudad:

En la foto se ve un mundo de colores y bonito con unos niños jugando y poco a poco, se van acercando a un mundo gris, a una prisión acompañados por los soldados. (Una pena que en medio se haya desprendido la pintura y que se vea un trozo de muro sin pintar, porque la verdad que es precioso). Abajo a la derecha se puede leer: <<pour tous les enfants qui ne savent pas ce que sait "jouer", "rèver", "aimer"...>> (para todos los niños que no saben lo que significa "jugar", "soñar", "amar"...)
Esto me recuerda a los campos de concentración nazis, que comentamos en clase: algunos judíos llegaban allí engañados y bajo las mentiras de que allí les darían trabajo y un lugar donde alojarse, cometiéndose uno de los mayores genocidios de la historia.  


Como ya dije antes, la visita a Córdoba me gustó bastante y me sirvió para enterarme de muchas cosas que no sabía de esta cuidad. Pero no acabaron ahí las sorpresas. De vuelta a Ciudad Real, en lugar del típico toro español que estamos acostumbrados a ver en la mayoría de las carreteras españolas, me encontré con esta figura de un burro. 

Está claro que los andaluces quieren llamar la atención de una manera u otra, y por lo menos desde mi punto de vista, lo consiguen.

Quién sabe, quizás esta figura se convierta en otra de las muchas cosas "Tipical Spanish".



María =)